sábado, 15 de noviembre de 2014

Los metros de Washington y Quito, el supuesto subsidido y la falta de fundamentos para oponerse



El metro, como columna vertebral del sistema integrado de transporte público de Quito, constituye una solución estructural y de largo plazo a los problemas de movilidad del DMQ y un elemento articulador del reordenamiento del territorio, desde una perspectiva socialmente incluyente, energética y ambientalmente responsable y de mucha mejor calidad de servicio, expresada principalmente en la significativa disminución de tiempos de viaje.

Por ello, es una obligación de la actual administración municipal concentrar todas sus capacidades y esfuerzos en diseñar y tomar las decisiones que sean necesarias para continuar con su construcción, desmintiendo categórica y definitivamente aquellas voces que desde su propia bancada de concejales han atentado contra la credibilidad del proyecto, por medio de argumentos falaces que ante la demostración de su falta de fundamento han ido cambiando permanentemente.  Este artículo se concentra en otro de aquellos “dichos”, aportando con elementos objetivos para su mejor comprensión.

En efecto, en días pasados en medio de un debate radial, uno de los concejales del bloque SUMA – Vive, que se ha manifestado crítico a que continúe la construcción de la primera línea del Metro de Quito, insistió en que la operación de este sistema de transporte demandaría un subsidio diario de un millón de dólares, tomando como referencia los datos del metro de Washington, que según su criterio sería comparable a las condiciones de Quito.

Al respecto es conveniente puntualizar dos aspectos: el primero, los criterios para la fijación de las tarifas y lo segundo, algunos detalles sobre el metro de la capital estadounidense, para verificar la pertinencia de la referencia.


Criterios para la fijación de la tarifa del servicio

Para abordar este tema, se debe partir de dos premisas básicas.  En primer lugar, reconocer que ningún proyecto de transporte masivo en el mundo busca recuperar la inversión a través de la tarifa; es una inversión pública para mejorar un servicio público fundamental; para eso justamente están los recursos públicos, ya que los beneficios no se miden en tasas financieras de retorno, sino en la rentabilidad social provocada por la mejora en las condiciones de vida de la población.  Valga citar como ejemplo que estimaciones preliminares establecen que el ahorro en los tiempos de desplazamiento significarían 140 millones de horas al año, estimadas en más de 130 millones de dólares.  A esto habría que añadir los impactos positivos en seguridad vial, calidad ambiental y ahorros fiscales.

Lo segundo, es que lo deseable en materia de transporte público es que esa tarifa cubra los costos de operación del sistema, considerando además que su valor no sea un obstáculo para el acceso universal.

Sobre la base de esto último, se establece que la tarifa de equilibrio de un sistema de transporte es el resultado de dividir sus costos operativos anuales para el número de pasajeros que se transportan en un año.  Cuando se habla de costos operativos, se refiere a: (i) los derivados del personal de operaciones y de administración; (ii) los de la energía, que en el caso del metro será proveniente de las nuevas centrales hidroeléctricas que se están construyendo; (iii) los de las actividades de mantenimiento preventivo y correctivo de todos los sistemas involucrados, no solo el de transporte, sino los de acceso a las estaciones, protección contra incendios, seguridad, entre otros; y, (iv) otros rubros menores que permiten el cumplimiento de los estándares de calidad y seguridad esperados en una línea de metro.

Para el caso específico del metro de Quito, los estudios técnicos, que son de acceso público, realizados por Metro Madrid, que es una empresa con experiencia reconocida mundialmente en la operación de este tipo de sistemas, estableció que los costos operativos anuales rondarán los 50’000.000 de dólares.

En cuanto al otro componente de la ecuación de la tarifa, el número de pasajeros, hay que anotar que el metro como parte integrante del Sistema Integrado de Transporte Público, está diseñado para de arranque atender 380.000 viajes diarios, lo que quiere decir 123’880.000 viajes anuales.

Con esto la tarifa de equilibrio del sistema sería 40 centavos (los USD 50’000.000 de costos operativos, divididos para los 123’880.000 pasajeros anuales), los cuales afectados por el hecho absolutamente justo de que sectores de atención prioritaria (niños, jóvenes, adultos mayores y personas con discapacidad) pagan solo media tarifa, resulta en los anunciados 45 centavos como pasaje del metro, con lo cual, es evidente que ese argumento del millón diario en subsidios es totalmente injustificado.


Elementos sobre el metro de Washington y su comparación con el de Quito

El Metro de Washington tiene 171,1 km de longitud y transporta 800.000 pasajeros diarios; esto implica que transporta 4.678 pasajeros por kilómetros. Comparado con nuestras cifras (22,5 km y 400,000 pasajeros) resulta que Quito tiene un metro muchísimo más eficiente: 16,889 pasajeros por kilómetro. Son casi cuatro veces más.  Es más, si se desagrega la productividad del metro de Washington por líneas, puede verse en la Tabla No. 1 que la línea más corta (amarilla), de 35 km de extensión, apenas transporta 60 mil pasajeros; es decir 1.708 pasajeros por kilómetro, casi un décimo de lo proyectado para Quito.  Esta información es muy relevante ya que, como se ha dicho, del número de pasajeros transportados, depende la tarifa de equilibrio.

Tabla No.1

Datos básicos del metro de Washington y de Quito


El costo del pasaje en Washington es diferenciado según la distancia que recorra. En horas pico, el costo va de USD 1,65 a USD 4,50. En horarios no pico va de USD 1,35 a USD 2,35.  Para comprender la dimensión de estos datos, hay que recordar además que la mano de obra en Estados Unidos es de las más caras del mundo; de ahí que, por ejemplo, en vehículos privados, las personas prefieren cambiar su auto cada tres o cuatro años a realizar el mantenimiento de su vehículo usado. Como referencia baste decir que el salario mínimo federal en los EEUU es el equivalente a 1.260 dólares por mes (USD 7,25 por hora), frente a los USD 396 del Ecuador (incluyendo los sueldos adicionales); es decir, más de tres veces superior.

Con estos datos, queda demostrado que la transferencia mecánica de los costos del pasaje de Washington a Quito no tiene ningún fundamento y por tanto, defender aquello es solamente un pretexto para ocultar oposición a la construcción del metro, sin ninguna propuesta alternativa