Carlos Páez Pérez
14.03.2016
Este artículo fue publicado originalmente el mi cuenta de facebook la fecha señalada; hoy lo pongo en el blog, para facilitar su acceso y lectura
Motivado por una noticia de El Comercio de hoy 14 de
marzo del 2016, vuelvo sobre este tema de los Quito Cables para transmitir
información a la ciudadanía que es de interés para valorar apropiadamente los
avances del proyecto.
Antes de entrar en materia, más allá de los aspectos
que tienen que ver con la buena práctica, formalidad y legalidad de la
inversión pública, a los que me referiré más adelante, debo primero insistir en
lo que he manifestado anteriormente: este proyecto no puede ser concebido como
una obra de ingeniería solamente, sino más bien como un servicio de transporte
público. Por lo tanto, si bien se requiere conocer los detalles constructivos,
es fundamental definir paralelamente como este subsistema se integrará con el
resto de elementos del sistema integrado de transporte público, incluyendo los
temas de demanda a ser atendida y de tarifa, que son claves para establecer la
viabilidad de un proyecto de este tipo. Mientras no se conozca cuál será el
costo del servicio y su factibilidad social, es una aventura embarcarse en una
inversión de esta magnitud.
Volviendo a la nota de prensa (ver foto), en concreto
me voy a referir a lo que señala en su párrafo tercero, que dice textualmente
"la fecha tentativa para empezar los trabajos es entre fines de abril e
inicios de mayo del 2016, sostuvo Alejandro Larrea, gerente de la Empresa
Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop)".
Esta afirmación, de ser cierta, deja dudas por lo
siguiente:
1. Ningún proyecto de construcción con fondos públicos
puede arrancar si no se cuentan con los estudios definitivos de ingeniería y
otros complementarios, como el de costos y el de impacto ambiental. Al respecto,
según el contrato para la realización de los "Estudios complementarios
para el detalle de ingenierías de la línea Roldós - Ofelia" que mantiene
la EPMMOP con la Empresa de Gestión de la Escuela Politécnica Nacional, cuya
fecha de arranque es el 29 de febrero del 2016 (Oficio No. 661-GG-147 del 3 de
marzo del 2016, suscrito por el gerente general de la EPMMOP), establece plazos
de 77 y 110 días para los estudios de ingeniería y los de costos y ambientales,
respectivamente; es decir, recién para fines de junio se dispondría de toda la
información requerida.
2. Complementariamente, no se puede iniciar un proceso
contractual para la construcción de una obra si no se cuentan con los términos
de referencia específicos, los cuales, en función del contrato ya mencionado,
estarían disponibles también para finales de junio.
3. Una vez que se dispongan de todos los documentos
técnicos para arrancar un proyecto, debe iniciarse el proceso de selección del
contratista, de acuerdo a lo estipulado en el Sistema Nacional de Contratación
Pública, lo cual implica un plazo mínimo de 45 a 60 días para la presentación
de las ofertas por parte de los interesados y entre 15 días y un mes para el
análisis de tales ofertas y adjudicación del contrato. En otras palabras,
ajustándose en los plazos, el contrato de construcción no podría arrancar antes
del mes de septiembre.
4. Otra duda tiene que ver con la disponibilidad de
fondos. En la nota de El Comercio se dice que "los recursos que se
destinarán a este proyecto constan ya en el presupuesto del Municipio del 2016.
Son alrededor de USD 40 millones". El hecho documentado es que en el
presupuesto de la EPMMOP para la construcción de las líneas de Quito Cables, se
tiene presupuestado USD 29.803.338,57 (Oficio No. 3544-GG-0024 del 31 de diciembre
del 2015, suscrito por el gerente general de la EPMMOP); es decir, existe una
brecha que debería ser cubierta, cuyo monto exacto se determinará cuando a
finales de junio la Politécnica entregue sus resultados. Esto es más relevante
ahora que al parecer se ha dejado de lado el anuncio original de una alianza
público - privada que hubiese abierto otros mecanismos de financiamiento.
Por todo lo expresado, más importante que apurarse
para colocar la segunda piedra de los Quito Cables, al año de la colocación de
la primera, es corregir los errores: evitar imprecisiones y exageraciones de
los anuncios mediáticos y hacer bien los deberes previos de movilidad e
ingeniería de transporte que demanda esta obra.
Finalmente, vale recordar que más información sobre
este tema pueden revisarla en mi post del 23 de febrero pasado.
Como siempre sus comentarios son bienvenidos.
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